La ciudad resonante y la articulación rizomática de los hiper-espacios

Esta imposibilidad de re-presentarnos el espacio se muestra igualmente en el montaje sonoro La ciudad resonante de José Iges. En este caso, lo que se plantea es la imposibilidad de configurar narrativamente un territorio a partir de la selección y asociación de determinadas características acústicas procedentes de un entorno. La ciudad resonante está publicada en un CD y en un libro que lleva el mismo nombre (Iges: 1998). La grabación recoge la interacción entre el montaje sonoro realizado por Iges con los sonidos pertenecientes a diferentes .ciudades europeas, tomando a Madrid como eje, y la improvisación “ruidista” con instrumentos inusuales y electrónica de Pedro López. En el libro, Iges se prgunta acerca de la posibilidad de retratar sonoramente una ciudad (en este caso Madrid) y sobre la mejor manera de hacerlo. Expone primeramente la posibilidad de adoptar una perspectiva subjetiva o bien tratar de reflejarla objetivamente, buscando sus sonidos característicos a nivel estadístico (Iges 1998: 4). Sin embargo, el montaje desplegado por este autor parece desmentir la posibilidad de articular una narrativa que defina la ciudad como un territorio acotado con una identidad sonora específica.
En este montaje, el paisaje sonoro madrileño se proyecta como un magma caótico de sensaciones en el que estamos inmersos, sin poder llegar a establecer una síntesis objetiva que lo defina. Los sonidos de Madrid son grabados a través de una deriva individual, con un micrófono que recoge diferentes señales o sensaciones acústicas que le salen al encuentro, conduciéndonos de una perspectiva a otra en una sucesión infinita incapaz de acotar un territorio como totalidad y como objeto. El montaje sonoro tiende así mismo a una articulación rizomática: la ciudad se recorre sin trazar ningún plan previo, como si se tratara de un “hipertexto” que nos conduce de un link a otro y en ocasiones desembo- ca en un sitio repetido que, no obstante, se encuentra reconfigurado por la inte- racción con otros usuarios. Como señala José Iges, esta concepción de la ciu- dad no es la de un territorio sonoro definido y estable, sino la de un “organismo vivo en continua transformación (…), una obra en proceso que genera siempre texto sonoro segregado, multidireccional y reticular (…)” (Iges 1998: 14). Iges fusiona además los sonidos procedentes de otras ciudades europeas con el pai- saje sonoro madrileño, aludiendo así a la constante circulación de información sonora actual que hace que el paisaje urbano se reconfigure constantemente y que difícilmente se pueda hablar ya de un territorio sonoro estable y caracterís- tico.
La ciudad resonante de Iges, por lo tanto, nos aleja de toda configuración narrativa que delimite un lugar antropológico dotado de una identidad sonora. En su lugar, nos propone un recorrido rizomático a través de una ciudad conce- bida como un hiper-espacio inconmensurable, en constante transformación (vir- tualidad) y plagado de signos sonoros ambivalentes que pueden ser interpreta- dos desde diversas modalidades de escucha.

Ainhoa Kaiero Claver: Deconstrucción de narrativas y territorios sonoros en los espacios globales abiertos por las redes de comunicación (2010)

pp. 384-385 (de https://www.tdx.cat/handle/10803/5197#page=1)